Consejos para protegerse del VPH
El VPH es un virus común que se transmite por contacto sexual. Puede causar graves problemas de salud, como verrugas genitales. Pero la buena noticia es que probablemente no tengas que temer infectarte por el VPH ahora mismo. Puedes reducir el riesgo de contraerlo y evitar contagiarlo a otras personas siguiendo estos consejos: El VPH es relativamente fácil de detectar: es un pequeño círculo blanco o verde con cuatro patas que suele aparecer en la piel durante una cita para la citología vaginal (prueba de Papanicolau). Si has mantenido relaciones sexuales, ¡ya lo sabes! Pero para algunas personas, sobre todo las que son homófobas o mantienen una relación monógama, esta información puede ser nueva. Es posible que no sepas que puedes correr el riesgo de contraer el VPH de tu novio o que el sexo vaginal puede ponerte en riesgo de contraer el virus del papiloma humano. Si alguna vez tienes dudas sobre si algo puede ser peligroso o si es seguro que lo hagas, ¡no lo hagas! Google siempre saldrá vencedor en nuestra competición contra el lado oscuro de Internet. Aquí tienes información útil sobre cómo protegerte del VPH y otras ITS para que puedas pasar más tiempo jugando con tus hijos en lugar de contra ellos.
Habla con tu pareja sobre sexo e ITS
Muchas personas tienen la impresión de que son inmunes a los efectos de las ITS y el VPH. La verdad es que el contacto sexual es una importante fuente de infección para muchas personas. Si te preocupa contraer una ETS durante las relaciones sexuales, no dudes en hablar de ello con tu(s) pareja(s). Pero no des por sentado que el hecho de que tu pareja tenga el mismo tipo de piel que tú no significa que también tenga las mismas afecciones que tú. Recuerda que el cuerpo de cada persona es distinto y responde de manera diferente a los distintos medicamentos. También existen importantes estigmas sociales en torno a determinadas cuestiones sexuales, como las cesáreas, los métodos anticonceptivos y las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. Si no hablas con tu pareja de cómo te sientes o de lo que piensas, puedes estar enviándole el mensaje de que no quieres que te apoye en ese momento. Esto puede provocar pánico y angustia.
Hazte la prueba del VIH
Si te preocupa contagiar el VIH a tu(s) pareja(s), hazte tú también la prueba. La mayoría de los expertos en VIH recomiendan que todo el mundo se haga la prueba al menos una vez en la vida. Es posible que tu pareja tenga niveles de VIH superiores a la media debido a la diferencia de riesgo-práctica entre vosotros dos. Si tu pareja está tan desprotegida como tú, corres más riesgo de transmitirle el virus. Si te preocupa infectar a tu(s) pareja(s) con el vih, tú también deberías hacerte la prueba. La mayoría de los expertos en VIH recomiendan que todo el mundo se haga la prueba al menos una vez en la vida. Es posible que tu pareja tenga unos niveles de VIH superiores a la media debido a la diferencia de riesgo-práctica entre vosotros dos. Si tu pareja está tan desprotegida como tú, corres más riesgo de transmitirle el virus.
Lávate mejor la piel
El riesgo de infección es mayor cuando no estás limpio al tener contacto piel con piel. Si tienes que compartir cama, sofá o mesa con alguien que acabas de conocer, debes asegurarte de que esa persona se lava la piel mejor que tú. Eso incluye lavarse las manos, la cara y el pelo. Si no te lavas las manos después de ir al baño o de dar a luz, corres el riesgo de contagiar enfermedades como la sífilis, la gonorrea y la hepatitis.
No te precipites en el sexo
Una vez que te ha venido la regla, es más probable que las relaciones sexuales sean seguras. Pero eso no significa que debas “apresurarte” a mantener relaciones sexuales. Es mejor esperar unos días antes de mantener relaciones sexuales, porque puedes transmitir al cuello del útero los factores ambientales negativos que podrían causar una ETS y provocar un embarazo.
Limpia lo que ensucies
Una vez que has cogido una infección, te toca a ti limpiarla. Si no te lavas las manos después de ir al baño, por ejemplo, podrías transmitir la infección a tu(s) pareja(s) por el movimiento de fluidos corporales. Lávate siempre las manos después de mantener relaciones sexuales, aunque creas que estás limpio. Pon de tu parte para proteger a tu(s) pareja(s) de contraer una ETS. Utiliza siempre un preservativo si mantienes relaciones sexuales sin una barrera protectora (es decir, una compresa sobre el preservativo), o si tu pareja utiliza métodos anticonceptivos, o si tú no utilizas preservativo.
Protege tu intimidad
Debes proteger tus zonas íntimas (también llamadas “partes privadas”) para que no queden expuestas al público, como cuando estás con otros padres, alumnos o amigos que no forman parte de tu relación. Esto incluye taparte la boca cuando estés cerca de niños, usar guantes cuando te toques la piel y utilizar un método anticonceptivo que evite el embarazo. Ten en cuenta que, aunque las personas infectadas por el VPH no puedan verlo, sí pueden sentirlo. Si tienes nudos pelirrojos o quemaduras en la piel por no haberte lavado las manos después de ir al baño, tu pareja también puede sentirlo y correr el riesgo de contraer la enfermedad de ti.
Conclusión
Recuerda hablar siempre con tu(s) pareja(s) sobre sexo e ITS. Si tienes una relación monógama, asegúrate de hablar con tu(s) pareja(s) sobre cómo te sientes, qué está pasando en tu vida y qué estás pensando. Mantener conversaciones abiertas y sinceras sobre tus emociones y tus deseos puede ayudaros a entenderos mejor y a tomar decisiones de forma más responsable.